Antes de empezar a dar el masaje a una persona,
hazle una reverencia, siente que es divina.
Por dos minutos ve a un espacio interior donde puedas sentir que el otro es sólo una manifestación divina.
Y dile al otro también que la energía que le va a ser esparcida sobre su cuerpo es energía divina.
Entonces tú serás tremendamente beneficiado y la persona también será tremendamente beneficiada.
(OSHO)
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